El Achibueno es un río que nace de la Laguna del Achibueno y que desciende por un bellísimo valle fluvial que el mismo río labró entre las faldas de las montañas que cercan el valle de Longaví.
Como otros ríos de lecho rocoso, prácticamente no arrastra sedimento soluble, por lo que sus aguas son totalmente cristalinas, su pureza hace que en los tramos menos profundos aparezca de un diáfano turquesa y en los varios ojos que hay en su lecho adquiere un intenso azul.
Aún cuando la mayor parte de su recorrido se ubica dentro de la bien conocida comuna de Linares y a pesar de presentar un altísimo potencial turístico dada la dramática belleza escénica de su cuenca y la impecable calidad de sus aguas (probablemente, la mejor de la Zona Central), llegar al río resulta bastante difícil, en razón de los malos caminos de acceso, que se tornan derechamente intransitables en invierno, por este motivo, este inalterado rincón del Chile central, declarado importante hot spot de biodiversidad, es prácticamente desconocido fuera de la comuna, a excepción de aquellos pocos serios aficionados al rafting.
El proyecto de centrales eléctricas de pasada en la cuenca del río, pretende generar unos 30MW, para lo cual extraerá el 90% (!) del caudal del río mediante tuberías, que luego devuelven el agua más abajo, aproximadamente 44Km más abajo.
Huelga decir que la COREMA del Maule ya dio su aprobación, contra la opinión del 87% de la población de la provincia (según encuestas citadas más abajo), contra el voto de la Gobernadora de la Provincia de Linares (designada por el presente gobierno), contra la opinión de los dos senadores
por la circunscripción, Hernán Larraín (UDI) y Ximena Rincón (DC).
La situación se presenta agravada porque el inversionista no es otro que el tristemente célebre Isidoro Quiroga, asociado a Colbún, propietario de la lamentable central Chacabuquito, en el Aconcagua.
El récord ambiental de esa central ya constituye caso de estudio obligado de como no hacer las cosas: todas las tuberías a la vista, todos los cortes de cerro sin vegetación, todos los canales en superficie sin riberas, todo el material removido depositado encima de la vegetación nativa, sin medidas de mitigación para la zona, sin compensaciones económicas para las comunidades, etc.
Fue una de las primeras centrales de pasada, se acogió a mecanismos de desarrollo limpio, lo que le permitió emitir bonos de captura de carbono para compensar las centrales de Colbún. Sin embargo, el estándar ambiental empleado, no consideró el impacto en el paisaje, en la flora y fauna de la cuenca, ni se estableció un protocolo de manejo de los residuos ni nada parecido. Que no pase de nuevo, depende de nosotros.
Vía PlataformaUrbana
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